Causas, síntomas y tratamientos de la Fascitis plantar
El dolor en la planta del pie puede ser complejo en el diagnóstico ya que existen diferentes patologías que pueden causarlo; por ello es muy importante realizar un examen clínico exhaustivo.
Entre las diferentes patologías que pueden causar el dolor plantar encontramos el síndrome de dolor miofascial de sóleo, gemelos o tibia posterior, el espolón calcáneo, la bursitis calcánea, rotura de fascia, el síndrome del túnel del tarso, la artritis o la fascitis plantar entre otros. Si el examen clínico de fisioterapia no es concluyente en el diagnóstico, podemos recurrir a la ecografía o resonancia magnética para un examen concluyente.
En caso de fascitis plantar (inflamación de la fascia plantar), la queja más común es la sensación de ardor o pinchazos de dolor en el talón del pie que se puede extender incluso hasta los dedos. El dolor de las fascitis plantar es agudo, se siente al apoyar el pie o al intentar llevar los dedos hacia arriba y estirar la fascia.
El dolor aumenta cuando el pie está en frío e intentamos estirar la fascia, disminuyendo cuando el tejido se calienta o está en reposo.
En la fase inicial de las fascitis plantar los síntomas tienden a disminuir tras unos minutos de actividad. En fases más avanzadas el dolor aumenta en intensidad y tarda más en bajar, por lo que empezar a caminar, bajar escaleras o practicar deporte se vuelve más complicado.
Las causas de la fascitis plantar pueden depender de factores ambientales, posturales y genéticos.
Las principales causas de la fascitis plantar son:
- Sobrecarga por actividad física o práctica de deporte.
- Uso de un calzado que no se ajusta adecuadamente al pie y por lo tanto no proporciona un apoyo y amortiguación adecuados.
- Tendinopatías del miembro inferior, pies planos o pronadores, alteración de la marcha…
- Problemas de limitación de la movilidad de la columna vertebral
- Problemas de artrosis en cadera y/o rodillas.
- Enfermedades como la artritis y la diabetes.
A medida que nos hacemos mayores el tejido se vuelve más débil y propenso a sufrir daños. El peso corporal es muy importante ya que los pies, en concretos los talones, sufren la mayor presión del cuerpo cuando hacemos deporte o caminamos.
Tratamiento para la fascia plantar:
Como todas las lesiones deportivas, se debe tratar lo antes posible para evitar que se convierte en un dolor crónico, se modifique la manera de andar o se resientan otras partes del cuerpo al ejercer una presión o fuerza mayor de la necesaria para evitar el dolor plantar.
Habrá que eliminar la causa de la fascitis plantar, ya sea corrigiendo postura, modificando hábitos al andar o utilizando un calzado adecuado.
El fisioterapeuta, tras realizar un examen físico, trabajará la zona para restablecer la normalidad de la fascia plantar adecuando el tratamiento según el alcance de la lesión.
Se podrán utilizar técnicas manuales de fisioterapia en el sóleo, gemelo o planta del pie como terapia manual, electroterapia, punción seca y vendajes para aliviar el dolor e inflamación de la zona. En caso necesario, se podrán utilizar técnicas invasivas como la electrolisis percutánea (EPI), Plasma Rico en Plaquetas (PRP) o terapia con ondas de choque.
En los casos en los que la fisioterapia no es suficiente para eliminar la fascitis plantar, se recomienda consultar con un profesional el diseño de unas plantillas especiales que corrijan la pisada.