La lesión conocida como síndrome de la cintilla iliotibial o síndrome del corredor es una de las lesiones más comunes en corredores, militares y ciclistas y resulta por la irritación e inflamación de esta estructura anatómica de tejido conectivo ubicada en toda la cara lateral del muslo que va desde la cadera hasta el tubérculo de Gerdy (cara lateral y proximal de la tibia), el dolor aparece en la parte distal de la rodilla. Este dolor irá aumentando con el movimiento y poco a poco será más limitante si no se atiende a tiempo.
La cintilla iliotibial tiene múltiples causas, como movimientos repetitivos de flexoextensión de rodilla, o de cadera, una que se puede prevenir es por debilidad de la musculatura glútea, grandes estabilizadores de la cadera, además es importante la buena flexibilidad del músculo anterolateral en la cadera llamado “Tensor de la fascia lata” que si está demasiado acortado va a producir una sobrecarga y tensión excesiva sobre la cintilla iliotibial, una vez ocurre esto roza contra el cóndilo femoral externo y la fricción la inflama e irrita.
Aunque el dolor y síntomas de este síndrome se refiere en la rodilla, no se debe focalizar la lesión en esa zona solamente. El principal objetivo terapéutico será reducir el dolor y la inflamación, y tras esto corregir las posibles compensaciones, logrando un patrón de movimiento correcto y una activación muscular óptima. Será fundamental continuar con ejercicios de fortalecimiento muscular de los estabilizadores de cadera para evitar recidivas.
Dentro del tratamiento de fisioterapia encontramos técnicas como terapia manual, ejercicio terapéutico, EPI para la regeneración de las fibras musculares afectadas, microEPI con el objetivo de reducir la inflamación y Neuromodulación para reducir el dolor del área afectada y/o facilitar la activación muscular. Podremos hacer uso también de diatermia para promover la activación a nivel celular y normalizar el tejido.
El tratamiento es efectivo si se instaura a tiempo y debe prolongarse hasta la desaparición total de las molestias.
En algún caso se podrá valorar la realización de terapia médica como la infiltración PRP (plasma rico en plaquetas). Si todo lo anterior falla, en casos donde exista una cintilla muy fibrosada, se podría indicar una intervención quirúrgica, siendo ésta muy poco frecuente.